26/4/15

LUZ DE CANDELAS

                        
                        Luz de Candelas

Resulta curioso que algunos objetos, a simple vista nos transmitan ciertas sensaciones, y sobre todo si los cambiamos de escenario, o de uso puede inspirarnos o provocarnos una sensación u otra.



Esta fotografía de Steven Klein, para Vogue Japón, muestra en primer plano este objeto que causa mi interés hoy y al que quiero dedicarle el post.

Me ha resultado un dato bastante impactante, saber que las velas eran comestibles en la antiguedad, puesto que estaban realizadas de sebo animal o materias vegetales, y que muchos guerreros o centinelas acosados por el hambre, se verían obligado a comerse su ración de velas para alumbrarse con tal de saciar su apetito.

Este objeto, también está muy vinculado con las escenas teatrales, tal es así que había un niño al que se le confería el recado de ir cortando velas a medida que las escenas dramáticas se sucedían, si al terminar todas las velas estaban cortadas, era porque la obra había tenido éxito.









Otras curiosidades de las velas, es cuando hacían(al parecer aún se practica este ritual)subastas. Pinchan un alfiler en la cera a pocos milímetros de la mecha, comienza la subasta y cuando la aguja cae, porque llega a ella la cera derretida, en ese momento termina la puja.

No cabe duda que es un objeto misterioso, y que tiene varios usos, desde la relajación, temor, para aquellos que creen, invocaciones, o limpieza de espacios entre otros.

Incluso, se habla del poder erótico de la cera ardiendo en el cuerpo desnudo. Al parecer para estas prácticas no sirve cualquier vela, deben ser de parafina blanca porque las de color oscuro aguantan más el calor y la cera quema mucho más. Así que las blancas son más seguras para la piel. Tampoco las aromáticas son buenas para estas prácticas. Por lo visto es una sensación muy placentera y dificil de olvidar.












En moda es francamente atractivo el uso de velas tanto apagadas como encendidas, así como la propia cera derretida, sobre la piel o sobre el tejido.

¿Pero qué nos transmiten estas imágenes a priori?. Posiblemente, a algunos, inquietud, a otros miedo, a otros relajación, unos lo asociarán con la vida y otros con la muerte. Es interesante analizar como un pequeño objeto de cera, nos causa tantas sensaciones diferentes.


















Dicen que las velas según se comporten así te están enviando uno u otro significado, y que nunca se deben encender con mecheros sino con cerillas, así como nunca apagarse de un soplido, sino con los dedos o con un apagavelas. 

Y si no os habéis preguntado ya, el porqué de este post de esta semana, es porque he estado reflexionando sobre como nos gusta el misterio o lo misterioso al ser humano, como nos atrae, nos seduce, nos da miedo pero nos da morbo, a la vez.

Nos fijamos en las personas, y somos capaces de hasta aventurarnos a hacer una película de sus vidas, siempre de las maneras más truculentas, porque a nadie le da placer imaginar lo cotidiano. No os sentís identificados con esto??, no os habéis visto en la situación de aventurar como es la vida de alguien con quién nos cruzamos día a día??, y nos inventamos como si fueramos guionistas de cine, una película, llena de aventuras misteriosas.




















Termino con esta bonita imagen en blanco y negro, que me recuerda que al fin y al cabo el misterio, es un juego maravilloso que nos deja libre la imaginación para divertirnos un poco más en el día a día. Y las velas nos ayudan a crear ese halo de misterio.

Además su corona con esas pequeñas velas de tarta me hace pensar que me quedan tan sólo unas horas para mi cumpleaños y que el misterio está en...cuantos cumplo. Aunque algunos de vosotros ya lo sabéis.

Así que aquí os dejo mi regalo de cumpleaños, espero que lo hayáis disfrutado tanto como yo haciéndolo.

Os dejo una cita que me ha encantado, de un cantautor argentino y que me define muy bien:

"Me gusta andar, pero no sigo el camino pues lo seguro,ya no tiene misterio"

Espero veros pronto!!

Ángeles Castro